¿Más o mejores?
Engañosa disyuntiva. Queremos más y los necesitamos mejores. Hablamos de los maestros y del debate que se plantea porque el Ministerio de Educación Superior ha ordenado -por carta- que se suspenda el ingreso de nuevos alumnos a la carrera docente mientras se revisan los criterios de entrada que rigen actualmente.
El nivel de las pruebas que deben pasar los estudiantes que aspiran a entrar a las universidades para formarse como maestros es más exigente. Se acabó eso de que “el que no entra en otra carrera va a magisterio”, que se decía antes. Hoy con salida asegurada y sueldo competitivo los aspirantes a la carrera magisterial son muchos… pero deben demostrar mejores capacidades para ser aceptados.
El problema es de número porque hacen falta más profesores y es económico para algunas universidades que el ministerio no identifica, que cifraron en el dinero de estas matrículas un cierto desahogo económico. Pero las pruebas descartan a la mayoría de los aspirantes.
¿Qué maestros necesita el alumno dominicano? ¿No está demostrado que uno de los eslabones más débiles de la educación dominicana es el profesorado? Se han atendido todas sus demandas salariales, se ha invertido en su formación, en su equipamiento tecnológico, nadie ha entrado todavía a mirar con lupa las cuentas de la cooperativa o de su seguro médico…
¿Es el momento de rebajar el nivel de los que serán los educadores de los niños dominicanos? ¿El país se lo puede permitir? ¿Seguimos dando el 4% del PIB sin apuntalar todas las variables que permiten pensar que se lograrán las metas a las que se aspira?
Se necesitan más, pero cada vez mejores. Maestros con vocación sincera. La realidad no se puede ignorar.