En la rueda de prensa faltaba uno
Intrigó, y sigue intrigando, que el director de la Policía no estuviera en la rueda de prensa del presidente de la República.
Podría decirse que la convocatoria, originalmente, era para hablar de economía y empleo, pues en política conviene irse delante de acontecimientos posibles.
Aunque no se diga, en el imaginario pudo haber estado como recuerdo malo, precedente funesto, la Semana Santa de 1984. Los precios de ahora son más altos que los de entonces, y no en comparación, sino en la realidad de una economía que engaña pero no se equivoca.
Hay dinero para la guagua, pero el pescado con arena se pasa de caro en la playa.
El oficial no estuvo ni virtual, pero sí presente el caballero ministro de Interior, no solo superior del ausente, sino responsable del nuevo plan de Seguridad.
¿Por qué se llamó a uno y al otro no? El mismo intrigante respondería que el primero es parte del problema y el segundo, potencial solución.
Todavía no ruedan cabezas y no se cree que se llegue a ese extremo, pero no quedan dudas de que la Policía esconde algo o no lo dice todo.
Cualquiera se confunde, pero ¿con quién la confusión?