Educa: “Sin lenguaje no hay pensamiento, y es casi imposible desarrollar el lenguaje sin la lectura”
Para Darwin Caraballo, director ejecutivo de la Acción Empresarial por la Educación (Educa), es muy preocupante la desactualización de los libros de textos que se utilizan en la enseñanza en el sector público dominicano, así como la insuficiencia de ellos en las escuelas para entregarlos a los estudiantes. Entiende que donde hay libros, hay calidad en la educación, y que no hay educación sin lectura.
—¿Cómo valora que los libros de texto que se utilizan en el sistema público dominicano tengan más de cinco años sin que se hayan actualizado?
Claramente para Educa los libros conforman el elemento esencial en el proceso educativo. La evidencia que la literatura nos demuestra es que donde hay libros hay mejor calidad del aprendizaje, y sobre todo cuando hay algunas deficiencias en las metodologías y paradigmas educativos vigentes, tener buenos libros de texto siempre es recomendable.
Así que para nosotros es un déficit que está acumulándose desde hace más tiempo del deseado en el país, y que además incumple con los compromisos del Pacto Nacional para la Reforma Educativa, que estuvo muy claramente planteado y donde el Gobierno se comprometía a actualizar y hacer cumplir las reglamentaciones relativas a libros de texto por el tiempo establecido; es decir, este es un compromiso muy claro dentro de aquellos acuerdos que firmaron más de 200 organizaciones, los partidos políticos, y el que está hoy en el Gobierno también lo suscribió.
—¿Le preocupa a Educa esta situación?
Estamos apenas a tres días de cumplir un nuevo aniversario de aquel pacto. El primero de abril del año 2014 se suscribió, con la convocatoria a toda la sociedad dominicana, para encontrar las estrategias y los mecanismos dirigidos a superar los obstáculos que le impedían al país llegar a mejores condiciones de educación, y los libros de texto estaban dentro de eso. Es un tema muy preocupante, muy necesario, porque donde hay libros hay calidad en la educación; no hay educación sin lectura y esto no quiere decir que estemos pensando solo en los libros en el formato tradicional, hay una amplia estrategia de algunos países en la región que han recurrido al momento en que les entregan al niño el computador, como vemos que se está adoptando esta metodología en el país, de incluirle una serie de títulos que más allá de los libros de texto le permiten al niño acceder a la lectura que es lo más importante. Hay tantos acuerdos de carácter gratuito, con miles de libros disponibles de autores clásicos, como también libros de base actual, en los cuales está la estrategia de bibliotecas a nivel nacional digital, que han sido exitosas en América Latina.
Muchos países incorporan también textos más actualizados, que a partir de una estrategia nacional se conforma una gran biblioteca virtual en todo el país, gratuito para todos los estudiantes. Todo esto es muy posible y viable; pero, independiente de los libros de texto, también son necesarios físicos y digitales.
Existe una diferencia entre los libros de texto y los libros de contenidos literarios y es que los de texto se ciñen a un currículo que le permite al docente contar con un elemento de aquiescencia para el dictado del curso; y al estudiante (le da) un elemento para poder seguir el curso y saber cómo encadenarlo con los temas que van a venir después.
—¿Pudiera implementarse en el país un sistema mixto de libros impresos y digitales?
Los dos son necesarios. Nosotros creemos que no es solo optar por el libro de texto impreso o el libro digital, se trata de una combinación de ambos. Sí, todavía tiene un rol importante el libro de texto, porque no todos los estudiantes tienen el computador, ni todos tienen acceso a internet. Recordemos que el instrumento que está siendo más utilizado por los estudiantes en la pandemia son los cuadernillos, elaborados por Unicef y el Ministerio de Educación, que está ocupando el espacio de los libros de texto.
Pero los libros de texto en cada área del conocimiento, ceñido a un padrón curricular previamente acordado, son muy recomendables; el Pacto Nacional para la Reforma Educativa entendió esto, y desgraciadamente, todavía no se cumplió.
“Donde hay libros hay calidad en la educación. No hay educación sin lectura”.
director ejecutivo de Educa.