El tiroteo de Atlanta reaviva los temores de ataques racistas a la comunidad asiática
El asesinato a tiros el martes en Atlanta (Georgia) de ocho personas, siete de ellas mujeres y seis de origen asiático, ha puesto en guardia a la comunidad más afectada por el crimen. Al tiempo que crece el temor a ataques racistas contra los ciudadanos de origen asiático, en las redes sociales proliferan las críticas contra las autoridades por no abordar este y otros casos recientes como crímenes de odio, pese a que los datos relevan un aumento de la violencia contra los asiáticoestadounidenses a raíz de la pandemia. El presidente de EE UU, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, tienen previsto reunirse hoy en Atlanta con líderes de la comunidad afectada. El presidente, además, ha ordenado que la bandera del país ondee a media asta en la Casa Blanca y en el resto de edificios del Gobierno.
Robert Aaron Long, blanco de 21 años y detenido como autor de los disparos en tres salones de masajes en Atlanta, se enfrenta a ocho cargos de asesinato y a uno de agresión agravada. Las autoridades de Georgia informaron de que confesó los crímenes y negó un móvil racial, pero la investigación aún no lo ha descarado. La policía explicó que Long afirma tener una “adicción sexual”, era un cliente frecuente de los establecimientos de masajes, y que veía como “una tentación para él que quería eliminar”. Este jueves estaba prevista la primera comparecencia del detenido ante un tribunal del condado de Cherokee, pero fue aplazada sin que se conozcan los motivos.
Los padres del sospechoso lo reconocieron en una grabación de vídeo divulgada por la policía el martes por la noche y alertaron a las autoridades, lo que finalmente llevó a su captura. Cuando los agentes lo detuvieron, Long se dirigía a Florida para realizar ataques semejantes y llevaba una pistola de 9 milímetros, aunque no se resistió al arresto.
El portavoz de la oficina del sheriff, Jay Baker, sostuvo el miércoles en una rueda de prensa que el día anterior a los tiroteos, Aaron Long estaba “bastante harto” y había tenido “un día realmente malo”. Además, aseguró que era “demasiado pronto” para determinar que fue un delito de odio. Las redes sociales cargaron contra Baker por negarse a declarar los ataques como crímenes de odio y compartieron unas capturas de pantalla de su cuenta de Facebook en las que subió unas imágenes de camisetas que decían: “COVID 19: Virus importado de Chy-na”.
El presidente Biden dijo el miércoles que la motivación de los tiroteos “aún no” se había determinado, pero reiteró su preocupación por el reciente aumento de la violencia contra los asiático-estadounidenses a raíz de la pandemia. “Cualquiera que sea la motivación aquí”, sostuvo el mandatario, “sé que los estadounidenses de origen asiático están muy preocupados”. La vicepresidenta Kamala Harris, la primera asiático-estadounidense en ocupar el cargo, expresó sus condolencias por las familias de las víctimas. Biden y Harris tenían previsto antes de los tiroteos visitar Atlanta el viernes a propósito del paquete de estímulos recién aprobado por la Administración demócrata. La Casa Blanca ha confirmado que tienen agendada una reunión con líderes comunitarios y legisladores estatales de la comunidad asiático-estadounidense.
El Congreso celebró este jueves una audiencia sobre discriminación y violencia contra los asiáticos. La audiencia se programó antes del ataque para investigar un aumento en los crímenes de odio contra los estadounidenses de origen asiático, que aumentaron un 149% en 2020 en 16 ciudades importantes en comparación con 2019, según el Centro para el Estudio del Odio y el Extremismo, informó la agencia Reuters. Los expertos han relacionado el aumento con la pandemia de covid-19, después de que comenzara a calificarse como la “plaga” o “el virus de China”. Así lo calificó en numersosas ocasiones el expresidente Donald Trump, como han destacado tras el suceso miembros del Partido Demócrata. “La terrible violencia de la noche a la mañana en Georgia es otro recordatorio de por qué necesitamos abordar urgentemente el miedo que se apodera de la comunidad asiáticoamericana”, ha afirmado el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jerrold Nadler.
Hasta ahora, solo la mitad de las víctimas han sido identificadas. La oficina del sheriff en el condado de Cherokee identificó a Delaina Ashley Yaun, de 33 años, de Acworth; a Paul Andre Michels, de 54, de Atlanta; a Xiaojie Yan, de 49, de Kennesaw y a Daoyou Feng, de 44,y Elcias R Hernandez-Ortiz, que resultó herido. Delaina Yaun era empleada de la cadena de restaurantes Waffle House. Yaun, madre de dos hijos, trabajaba como camarera desde 2013, informó la compañía en un comunicado. Ella y su esposo, Mario, estaban recibiendo un masaje en Young’s Asian Massage para relajarse después del trabajo cuando ocurrió el tiroteo, según el testimonio de Rose Luce, una mujer que dice vivir con la familia de la fallecida, que ha creado una web para recaudar fondos para la pareja en GoFoundMe.