China aprueba una reforma electoral en Hong Kong para impedir que la oposición llegue al poder
La Asamblea Nacional Popular (ANP), el Legislativo chino, ha dado el visto bueno este jueves, casi por unanimidad, a poner en marcha una amplia reforma electoral en Hong Kong que, en la práctica, cerrará cualquier posibilidad a que la oposición pueda llegar nunca al poder. Un solo voto en blanco fue la única nota discordante entre una marea de síes, 2.895 en total, que aprobaron la medida durante la clausura de la sesión parlamentaria anual celebrada en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín. No se produjo un solo voto en contra. Sí los hubo -cinco- en la otra gran votación del día, la aprobación del 14º Plan Quinquenal que dirigirá la economía china hasta 2025.
Tras la aprobación de la moción, corresponde ahora al órgano directivo de la ANP debatir y aprobar el proyecto de ley con los detalles de esa reforma. Varios altos funcionarios del Gobierno tanto en Pekín como en Hong Kong ya han avanzado que el objetivo de la nueva ley es conseguir que solo “verdaderos patriotas” puedan ocupar cargos de responsabilidad en los órganos de poder del territorio autónomo, sea el Gobierno local o el parlamento.
La idea es que el comité electoral hongkonés, un órgano de 1.200 notables -la gran mayoría, con lazos con Pekín- responsable hasta ahora de designar al jefe del Gobierno local, aumente sus competencias. Se encargaría de vetar a los posibles candidatos electorales, e incluso del nombramiento directo de una parte de los diputados en el parlamento autónomo de esa ciudad de 7,5 millones de habitantes.
En una reunión el domingo pasado con la jefa del Gobierno autónomo, Carrie Lam, el vice primer ministro chino Han Zheng -máximo responsable para Hong Kong en Pekín- declaró que la reforma era necesaria para “llenar el vacío legal” en el modelo “un país, dos sistemas” y garantizar la seguridad nacional en el enclave. “Un país, dos sistemas” es el principio por el que, antes del traspaso de la soberanía de la antigua colonia británica de Londres a Pekín en 1997, China se comprometió a mantener en Hong Kong al menos hasta 2047 libertades inexistentes en el resto de su territorio. Pero desde las manifestaciones estudiantiles en el territorio autónomo en 2014, Pekín utiliza cada vez más esa expresión para enfatizar que Hong Kong es parte indivisible de China.
En la actualidad, el parlamento autónomo, unicameral, cuenta con 70 escaños, de los que unos 40 se eligen por votación popular: una parte, por sufragio directo; y la otra, mediante votación en gremios laborales. El sistema hongkonés actual solo prevé el nombramiento de cargos por sufragio universal puro en las elecciones municipales, cuando los residentes designan a 452 concejales de distrito, el nivel más bajo de poder en el enclave. En los últimos comicios de este tipo, en pleno apogeo de las manifestaciones contra Pekín que paralizaron Hong Kong en 2019, la oposición logró una mayoría aplastante, 387 concejales y el control de 17 de las 18 juntas de distrito.
La oposición aspiraba a repetir el triunfo el año pasado, en las elecciones legislativas previstas para septiembre de 2020, y lograr por primera vez la mayoría en el parlamento, lo que le hubiera dado poder de veto sobre los presupuestos o incluso la capacidad de lanzar una moción de censura contra Carrie Lam. Una perspectiva que preocupaba, y mucho, a Pekín.
Dos meses antes de la fecha electoral prevista, grupos y activistas de la oposición celebraron unas elecciones primarias informales, con el objetivo de presentar una candidatura unificada que aumentara las posibilidades de lograr la mayoría. Pero los comicios se aplazaron un año, con el argumento de la lucha contra la covid-19, en lo que la oposición denunció que se trataba de una maniobra política. En noviembre pasado, los diputados demócratas en pleno presentaron su dimisión ante el parlamento.
Este lunes, Lam apuntaba la posibilidad de que los comicios legislativos se aplacen por segunda vez un año más, para dar tiempo a que la reforma electoral entre en vigor antes de celebrarlas. También descartó que se pueda celebrar una consulta popular sobre la reforma, como en principio correspondería a cualquier cambio en la constitución hongkonesa. La jefe de Gobierno alegó que poner en marcha el nuevo sistema de votación es una cuestión de “urgencia”.
En enero, cerca de 50 destacados políticos y activistas de la oposición fueron detenidos como sospechosos de haber violado la draconiana Ley de Seguridad Nacional -impuesta por la ANP a Hong Kong y que entró en vigor el 30 de junio del año pasado-. El 28 de febrero, 47 de ellos, entre los que se cuenta el exlíder estudiantil Joshua Wong, quedaron imputados formalmente de “conspiración para subvertir los poderes del Estado”, por su supuesto papel en la celebración de las primarias. Los imputados se encuentran ahora a la espera de un juicio que se celebrará en mayo. De ellos, cuatro lograron que se les concediera la libertad bajo fianza, para la que la Ley de Seguridad Nacional obliga a demostrar al acusado que no existe riesgo de fuga o de que vaya a reincidir en los delitos que se le atribuyen. Los restantes 43 se encuentran en prisión preventiva.