Presentan plan de reestructuración de deuda de Puerto Rico
Un plan que describe cómo Puerto Rico reestructurará al menos 35.000 millones de dólares en deuda pública y más de 50.000 millones en obligaciones de pensiones del sector público amenaza con aplicar un recorte del 10% a esas pensiones si no se llega a un acuerdo con los jubilados.
Una junta de control federal que supervisa las finanzas de Puerto Rico —creada por el Congreso para sacar al gobierno del territorio estadounidense de la bancarrota— presentó el lunes por la noche el plan de 233 páginas ante un tribunal de Estados Unidos.
El documento incluye la propuesta de recortar hasta 8,5% las pensiones mensuales de al menos 1.500 dólares. Ese ha sido durante mucho tiempo un punto de discordia entre la junta y el gobernador, quien ha dicho repetidamente que no aprobará tales recortes.
El presidente de la junta, David Skeel, calificó el plan como “un hito para la recuperación, la estabilidad y la prosperidad de Puerto Rico”.
“Este plan reduce sustancialmente la carga de los pagos de la deuda de las generaciones futuras, estabiliza y protege las pensiones que han sido mal administradas durante tanto tiempo y afirma los acuerdos de negociación colectiva de los trabajadores del gobierno”, agregó.
El gobernador Pedro Pierluisi emitió un comunicado previo a una conferencia de prensa que tiene programada para más tarde el martes, donde dijo que el plan era un gran paso para ayudar en el proceso de reestructuración de la deuda.
“Puerto Rico necesita dejar atrás este proceso de quiebra para así lograr el desarrollo económico sostenible al que todos aspiramos y eliminar la incertidumbre inherente a este proceso, así como los gastos millonarios de la restructuración que ha tenido que incurrir el gobierno”, dijo en el comunicado.
Sin embargo, Pierluisi también indicó que no apoya de todo al plan: “Mi administración ha sido enfática en que este recorte a las pensiones no es razonable”.
El economista puertorriqueño José Caraballo dijo que el plan tenía aspectos positivos y negativos. Recomendó al gobernador negociar con la junta para proteger las pensiones de hasta 2.000 dólares y que luego imponga un recorte del 10% a cualquier monto superior.
“Hay que buscar un poco de flexibilidad”, dijo Caraballo en una entrevista telefónica.
El economista dijo apoyar el llamado del plan para crear un fideicomiso de reserva de pensiones y recalcó que las pensiones actualmente se pagan con los ingresos fiscales. También dijo estar de acuerdo en que la cantidad de dinero que recibirían los tenedores de bonos dependerá de los altibajos de los flujos de ingresos del gobierno. Sin embargo, le preocupa que a los acreedores se les pague lo que él considera una cantidad excesiva.
“Prácticamente el 30% del presupuesto de Puerto Rico se va a ir en pagar pensiones y a los bonistas”, dijo, antes de agregar que la legislatura de la isla podría cambiar las reglas del juego porque tendría que aprobar la emisión de nuevos bonos como se describe en el plan. “Ahí es que se puede trancar el juego”, añadió.