Carlos José, el informático para actualizar software ganador del Licey
A Carlos José Lugo lo conocen los seguidores del béisbol como uno de los más depurados analistas de radio y TV, ya sea de Grandes Ligas o Lidom. Es un columnista de pluma fina, dueño de una prosa bien nutrida y acabada, pedagogo y manejador al dedillo como pocos hablantes castellanos del disruptivo lenguaje sabermétrico que ha transformado la “pelota”.
No es casual que en Twitter haya 50,000 cuentas que los siguen, ya sea para leer sus comentarios, preguntarle por movimientos de los Tigres o pedir explicaciones sobre términos sabermétricos.
Una carrera en los medios que este petromacorisano de 51 años desarrolló en las noches mientras de días desempeñaba su profesión de ingeniería en sistema (UCE) con maestría en administración (UASD) en una empresa financiera internacional. Hasta que la necesidad de dar el siguiente paso en béisbol le llevó hace casi una década a abandonar la comodidad de trabajar como informático y dedicarse a tiempo completo a su gran pasión.
Lugo ha sido el escogido por el Licey para que estructure el equipo que devuelva la gloria al “glorioso”, una designación que ha ganado el aplauso casi colectivo, incluyendo del presidente del club, Domingo Pichardo, que dijo la votación fue unánime.
Tiene el perfil del ejecutivo de hoy y sale de una carrera donde se evaluaron nombres como Carlos Peña, Audo Vicente y Rafael Pérez.
Cuatro torneos sin ganar y un sótano el más reciente es argumento suficiente para crear una histeria en la enorme fanaticada azul, una tan exigente que terminar en segundo lugar en un campeonato lo asimila como un fracaso.
Identificar el dirigente y cuerpo técnico, conocer la disponibilidad en el mercado para posibles movimientos aparece en el tope de la apretada agenda del verano.
Lugo es un liceísta como el que más. Ni él mismo sabe cómo le llegó el sentimiento, sospecha que los triunfos añiles cuando él crecía en la década de 1970 (6) pesaron más que el adoctrinamiento de crecer en un hogar completo de estrellistas, donde los primeros recuerdos de visitar un play son de su abuelo llevándolo al Tetelo Vargas.
Lugo, al centro es presentado por los ejecutivos del Licey. De izquierda a derecha, Rafael Ubeda, Domingo Pichardo, Miguel Ángel Fernández y Jaime Alsina
Amante del béisbol, pero sin las habilidades para destacar, mientras sus amigos adolescentes aspiraban a ser de César Cedeño, Manny Mota o Ricardo Carty en su caso ya se ilusionaba en una cabina como sus héroes Johnny Naranjo, Tomás Troncoso o Lilín Díaz.
Pero a finales de la década de 1980 cuando se topó con un libro de Bill James (considerado padre de la sabermetría) y comenzó a conocer un lenguaje beisbolero que se expandía a paso de tortuga, siente que su visión del juego creció. La llegada de la Internet en los 90’s disparó la disponibilidad de contenidos, adquiere más libros y su manejo de las matemáticas facilitó entender los modelos cuantitativos que hoy dominan el béisbol.
Ganar concursos de conocimientos deportivos en un programa radial dio espacio a la primera oportunidad de trabajar con las Estrellas Orientales en la campaña 1996-97 y desde entonces el país conoció de su gran talento.
Luego llegaron las coyunturas para transmitir partidos de Grandes Ligas, pelota invernal para ESPN y en 2006-2007 se materializó su sueño de hacerlo para el Licey.
Fue en 2013, cuando su compueblano Manny Acta fue nombrado gerente del Licey, que se presentó la opción de bajar de la cabina a trabajar en operaciones de béisbol. Ese año también de dejar su trabajo en un banco comercial, para asumir más comprometedoras funciones. De pasar de la teoría a la práctica y allí puso su sello como asistente de Acta en la conquista de una corona (2013-2014) suministrando informes estadísticos sobre posicionamientos defensivos.
“Tenía una buena posición en el banco, pero tenía que decidir entre si mantenerme en la comodidad o dar el siguiente paso. Una decisión difícil”, dice Lugo a DL. Acta se marchó a las Águilas en 2016, pero Lugo se quedó con Junior Noboa y fue parte de otro Licey campeón (2016-2017).
En 2019 se abrió la puerta para trabajar con los Miami Marlins como escucha enfocado en la Dominican Summer League, puesto que mantiene. También es profesor/socio en la plataforma Advance Baseball Learning Center, especializada en formación de personal de trabajo en béisbol.
“Es un honor, una gran responsabilidad, sobre todo. Yo más que nadie sé, conozco la importancia, el peso específico, la dimensión, la grandeza que significa el equipo de los Tigres del Licey, el Club Atlético del Licey, dentro de la sociedad dominicana y dentro del béisbol del Caribe en sentido general y dentro del béisbol en el mundo”, fueron sus primeras palabras al ser presentado este viernes.
“Es una gran responsabilidad, si Dios ha decidido que este es el rol que me ha tocado desarrollar en estos momentos no queda otra que aceptar el reto, hacerlo con la misma dedicación de siempre, con la misma energía de siempre, tratar de mantener las cosas que se han hecho bien a lo largo de todos estos años, agregar nuevas ideas y tratar de dinamizar y mantener la maquinaria que son los Tigres del Licey en el sendero del éxito. Sabemos que el objetivo de todos los equipos de invierno es ganar un campeonato, ese siempre será el objetivo de esta organización porque para eso existimos como tal y vamos a jugar al terreno cada octubre, pero la meta tiene que ser también construir una organización sostenible en términos del tiempo”, dijo Lugo.