La represión en Birmania ha causado, al menos, 54 muertos entre manifestantes
Ginebra, 4 mar (EFE).- La feroz represión de las manifestaciones contra el golpe de Estado en Birmania han causado hasta el momento 54 muertos, todos ellos asesinados por las fuerzas militares y policiales, dijo hoy la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
Estos son únicamente los casos que se han podido documentar y es probable que las bajas entre los manifestantes sean considerablemente mayores, reconoció el propio organismo.
El número de heridos sería de varios centenares y habría muchos más de los 1.700 detenidos arbitrariamente que se han reportado, en vista de que las protestas se producen en 537 lugares diferentes del país.
Entre los detenidos hay miembros del parlamento, funcionarios, activistas, intelectuales, defensores de los derechos humanos, profesores, sanitarios, periodistas, monjes y celebridades del país.
‘Es absolutamente aborrecible que las fuerzas de seguridad estén disparando munición contra los manifestantes pacíficos. Estoy horrorizada por los ataques contra ambulancias y sanitarios que intentan ayudar a los heridos’, dijo la alta comisionada para los derechos humanos, Michelle Bachelet, mediante una declaración escrita.
‘Las fuerzas militares de Birmania deben parar de asesinar y encarcelar manifestantes’, añadió.
Muchos manifestantes ya han sido condenados a prisión por periodos de siete días a dos años, otros se encuentran esperando una sentencia y las fuerzas militares buscan a 61 personas que están escondidas.
Algunos de los detenidos fueron liberados pero, en la mayoría de casos, los familiares han informado de que no saben dónde están sus seres queridos o si están bien.
‘Muchos de los arrestos arbitrarios que se han llevado a cabo desde el 1 de febrero constituyen desapariciones forzadas’, aseguró Bachelet.
También mostró preocupación por la situación de los periodistas en el país, ya que al menos 29 de ellos fueron arrestados en los últimos días y 8 fueron condenados a crímenes como ‘incitar a la oposición, el odio contra el gobierno o asistir a reuniones ilegales’.
Bachelet instó mediante un comunicado a todo aquel con información e influencia, incluyendo a funcionarios de Birmania que se están sumando al movimiento de desobediencia civil, a que apoyen los esfuerzos internacionales para que los líderes militares respondan por las graves violaciones de derechos humanos, tanto las actuales como las ocurridas en el pasado. EFE