Abinader ante el reto de cumplir las metas en un año de presiones
El discurso de rendición de cuentas del presidente de la República Luis Abinader volvió a poner en evidencia el cómo la pandemia del COVID-19 sigue provocando traspiés a las autoridades nacionales, tanto interna como externamente.
Su comparecencia ante la Asamblea Nacional el pasado 27 de febrero, antecedido por la destitución, un día antes, de su ministro de Salud, Plutarco Arias, tuvo gran énfasis en las acciones emprendidas para enfrentar el coronavirus y asegurar las vacunas a la población.
El presidente anunció que para junio de este año se tiene previsto vacunar un 80 % de la población dominicana, lo que sería posible con la adquisición de 8 millones de dosis de la vacuna china Sinovac.
El país asiático se presenta como último recurso luego de los atrasos de empresas farmacéuticas como Pfizer y AstraZeneca, con quien el Gobierno dominicano había comprometido la adquisición de 18 millones de dosis desde finales del año pasado.
Como lo había hecho el pasado 15 de febrero, cuando anunció el Plan Nacional de Vacunación, Abinader volvió a hablar en su discurso de la falta de solidaridad de las grandes potencias que no han permitido la entrega de las vacunas contratadas a países más pequeños como República Dominicana.
Sin embargo, anunció la compra a China, nación con la que el propio mandatario marcó distancia apenas días de iniciar su gestión. En octubre del año pasado, Abinader emitió unas declaraciones en las que exponía las limitaciones a las inversiones chinas en territorio nacional, incluyendo sectores como las telecomunicaciones y puertos.
Con ello marcaba distancia de la política de acercamiento emprendida por su antecesor, Danilo Medina, que en mayo de 2018 estableció relaciones diplomáticas formales con el gigante asiático.
En otras declaraciones de noviembre pasado, Abinader manifestó que “con China no hay necesidad de tener ni empeorar las relaciones, lo que tenemos que tener unas relaciones transparentes y francas que no habían antes”, de acuerdo lo cita una publicación del periódico Hoy.
Conflicto en el Ministerio
En su primera rendición de cuentas, el presidente de la República agotó 1 hora 25 minutos de discurso, en los que concitó la atención de la población, esbozando con su tono enérgico los logros de sus primeros seis meses de gestión.
Fue un discurso de 43 páginas en los que quiso marcar distancia de la gestión anterior, enfatizando los cambios encaminados a lograr mayor transparencia, ahorro de los recursos públicos y reenfoque del gasto, que la ayudan a la consecución de objetivos sociales.
El mandatario se refirió a la economía, la educación, la seguridad ciudadana y la salud. ( )
Cinco fueron los pilares que según el mandatario han soportado los seis meses de gestión, siendo la pandemia del COVID-19 el primero de ellos.
Le siguen lo que el Presidente calificó como blindar la protección social, preparar el relanzamiento de la economía, promover una cultura de transparencia y honestidad en el manejo de los fondos públicos y emprender las reformas estructurales que necesita el país.
Sin embargo, en las redes todavía se comentaba la destitución del ministro de Salud, segundo funcionario de importancia que sale de esa dependencia que lidera la lucha contra la pandemia.
Semanas antes había renunciado el viceministro y jefe de Gabinete Robinsón Díaz, y casi a la par salieron los cuestionamientos a la compra por licitación de unas jeringuillas que sería usada en el plan de vacunación contra el COVID-19, debido a la supuesta sobrevaluación del precio.
El propio Arias denunció en una carta que colgó en su cuenta de twitter que “diversos sectores interesados en repartirse el presupuesto del ministerio de Salud, han desatado una andanada de mentiras, críticas, extorsiones y chantajes, con la finalidad de distorsionar mi labor esforzada, recta y transparente en la conducción del ministerio”.
El reto de cambiar “la formulita”
La inflación se ha convertido en el dolor de cabeza más reciente del gobierno, que ha tenido que dejar deslizar los precios de productos de la cesta básica de las familias y ajustar el de los combustibles.
El hecho no fue ajeno al discurso del Presidente Luis Abinader. “A nosotros nos duele cada vez que se produce un aumento de precio, por mínimo que sea”, aseguró el mandatario nacional durante su rendición de cuentas ante el Congreso.
La inflación ha subido 6.23 % en los últimos doce meses, de acuerdo a los datos del Banco Central. La subida, la más intensa en una década, podría desacelerarse en el segundo semestre. Al menos eso esperan las autoridades económicas.
En la estrategia de detener el avance de los precios, Abinader lo quiere intentar todo. La venta directa de alimentos básicos a los productores para quitar la presión de la cadena de distribución y, más recientemente, el camino se enfila hacia una propuesta de reforma de la Ley 112-00 del sector de hidrocarburos.
En su discurso de rendición de cuentas, el mandatario nacional detalló que con la modificación legal buscará revisar la estructura de costos y lo relacionado a la fijación actual de los precios de combustibles.
“Sabemos que algunos precios aumentan debido a esos factores externos, pero es inaceptable que se quiera especular con los alimentos”, dijo Abinader este sábado.
Las subidas de los precios ocurren cuando la economía no se ha recuperado por completo de los embates del COVID-19. Para contrarrestar la situación, que significó un revés de -6.7 % del Producto Interno Bruto en 2020, el gobierno apuesta por fomentar las inversiones en turismo, en infraestructuras y en las zonas francas, entre las actividades más importantes.
La otra inversión en la que quiere apostar Abinader es en una a largo plazo: la educación. Uno de los señalamientos que hizo el presidente sobre el tema educativo fue el de un regreso gradual, voluntario y bajo consentimiento familiar a las clases presenciales.
Pero eso no implicará descuidar la inversión y capacitaciones en la enseñanza a distancia, por lo que informó que en los próximos días recibirán “muchos más dispositivos tecnológicos”, lo que permitirá “acabar con la inaceptable brecha digital que separa injustamente a unos estudiantes de otros por su situación económica”, dijo el mandatario.
Dijo que hasta los momentos han recibido 183,147 dispositivos tencológicos. En primeros cuatro meses de gestión se distribuyeron 64,055 equipos a docentes, además de 118,992 equipos para estudiantes.