Seguridad sin fronteras
¿Cómo construir consensos internacionales cuando las naciones se enzarzan en controversias intestinas? ¿Cómo lograr mayor concurrencia cuando asoman los fantasmas de una nueva Guerra Fría y la nostalgia de antiguos imperios? La pregunta recoge una conducta perenne del género humano: la fluctuación entre la cooperación y la destrucción. Las sociedades organizan redes de colaboración en el endogrupo, cada vez más extensas y complejas, que se corresponden con un equivalente de violencia extrema hacia los grupos externos. Lo desc…
Inicia sesión para seguir leyendo
Sólo con tener una cuenta ya puedes leer este artículo, es gratis
Gracias por leer EL PAÍS