La justicia rusa confirma la condena de cárcel al opositor Navalni
No ha habido sorpresas. Un Tribunal de Moscú ha rechazado este sábado la apelación del líder opositor Alexéi Navalni contra su condena a prisión en un polémico caso. La juez ha ratificado que el activista anticorrupción tendrá que ingresar en una colonia penal (una cárcel en la que los reclusos generalmente siguen un régimen de trabajo). El tribunal moscovita ha rehusado también cumplir el dictamen del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que el miércoles emitió una resolución cautelar en la que exigía a Rusia la liberación “inmediata” del opositor señalando que su vida en prisión podía correr peligro. Una medida que el Gobierno ruso ya había remarcado que no cumpliría alegando —pese a que es firmante de la Convención Europea de Derechos Humanos y por tanto está bajo el paraguas de ese alto tribunal— que se trata de una “injerencia inadmisible”. Con el fallo de este sábado, las autoridades rusas dan otro paso más para silenciar al crítico más destacado del Kremlin, cuyo caso ha desencadenado las mayores protestas en el país euroasiático en una década.
Navalni, arrestado el 17 de enero, nada más regresar a Moscú desde Alemania, donde se recuperó del envenenamiento sufrido en agosto en Siberia y del que responsabiliza al Kremlin, fue condenado a tres años y medio de cárcel el pasado 2 de febrero. Fue declarado culpable de violar los términos de una sentencia de 2014, que le suspendía una pena de cárcel pero le dejaba en libertad condicional, y condenado a cumplir esa polémica condena suspendida a tres años y medio de cárcel que ya en 2017 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos consideró “arbitraria e injusta”. Las autoridades rusas aseguran que el activista, que ha ganado popularidad por destapar escándalos de corrupción de la élite política y económica de Rusia, faltó a las correspondientes revisiones obligatorias de esa libertad condicional mientras estaba fuera del país recuperándose del envenenamiento. Este sábado, la juez ha recortado un poco el tiempo que deberá pasar en una colonia penal a dos años y medio, por el tiempo pasado en arresto domiciliario. “Rebajaron un mes y medio, algo es algo”, ha apuntado Navalni tras conocer la sentencia.
El abogado del opositor Navalni, Vadim Kobzev, al salir del juicio tras la sentencia. En vídeo, Kobzev considera la sentencia «ilegítima pero esperada».
El opositor, que tiene otros procesos pendientes, entre ellos otro por difamación a un veterano de guerra este mismo sábado, ha lanzado un mensaje contra el Kremlin en su alegato final. “Rusia no solo debería ser libre, sino también feliz”, ha recalcado el opositor desde la jaula de vidrio en la que los acusados se sitúan durante los juicios en Rusia. El activista, de 44 años, ha definido el proceso judicial como “absurdo” y ha pedido a los rusos que no se queden de brazos cruzados para lograr hacer de su país un lugar “mejor”.
Populista, provocador y carismático, el líder opositor, que durante años coqueteó con la ultraderecha, pero que en los últimos tiempos ha adoptado posiciones liberales, se salió un poco de su tono habitual y citó la Biblia. “‘Bienaventurados los que tienen hambre de justicia, porque serán saciados’”, dijo durante la vista judicial, a la que asistieron diplomáticos de nueve países (Lituania, Letonia, Estonia, Polonia, Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Países Bajos, así como el representante de la UE en Moscú). “La tarea del Gobierno es asustarte y luego persuadirte de que estás solo”, dijo. “Nuestro Voldemort en su palacio también quiere que me sienta aislado”, agregó, citando a Harry Potter y comparando a su antagonista con el presidente ruso, Vladímir Putin.
El opositor puede presentar un recurso de casación, pero hay escasas probabilidades de que prospere. La justicia rusa aún no ha anunciado en qué colonia ingresará. Podría permanecer un tiempo más en la prisión preventiva de Moscú en la que está interno desde el pasado enero, mientras se determinan los procesos judiciales que aún tiene abiertos. Esta semana, justo después de que se pronunciara el tribunal europeo con sede en Estrasburgo, las autoridades rusas declararon al activista como “en riesgo de fuga”, por lo que los controles son todavía más estrictos.
El nuevo varapalo que sofoca la voz del disidente llega solo un par de días antes de que los ministros de Exteriores de la Unión Europea se reúnan el lunes y traten, de nuevo, las tensas relaciones con Rusia, aún más difíciles por el caso del opositor. Bruselas, que también ve la mano del Kremlin tras el envenenamiento de Navalni, ya aprobó sanciones contra un grupo de funcionarios rusos del círculo más cercano a Putin en octubre, por el ataque que sufrió el opositor con una neurotoxina de uso militar. Ahora, la lista podría ampliarse.