Chick Corea, el pionero que tiñó el jazz de flamenco y música latina
Con el “Concierto de Aranjuez” como base, la percusión y la caricia vocal de Brasil o la guitarra flamenca de Paco de Lucía como aliada, Chick Corea fue uno de los grandes pioneros que supo incorporar con éxito su herencia latina al jazz internacional.
Suyo es el cuarto mayor registro de nominaciones a los premios Grammy, 65, de las cuales materializó 23, además de 4 Latin Grammys, 3 de ellos en la categoría de “álbum instrumental”, más que ningún otro artista, concretamente por los discos “The Enchantment” (2006), “Forever” (2010) y “Further explorations” (2011).
A ellos se suma el otorgado por “The Vigil” (2013) como “mejor álbum de jazz latino”, pero antes de llegar allí, en el último tramo de su vida en realidad, el camino recorrido había sido prolífico y extenso a la hora de recoger su herencia familiar y proyectarla al mundo.
Nacido Armando Anthony Corea (Chelsea/EE.UU., 1941) en el seno de una familia de ascendencia italiana, aprendió los fundamentos del género desde niño como hijo de un trompetista llamado Armando J. Corea y dio sus primeros pasos profesionales junto a figuras como Dizzie Gillespie o Miles Davis.
El influjo del “Sketches of Spain” de Davis debía estar fuertemente grabado en su oído, ya que doce años después del lanzamiento de aquel álbum emblemático, también él tomó el “Concierto de Aranjuez” de Joaquín Rodrigo como idea musical sobre la que orbitar para crear una pieza histórica, “Spain”.
Previamente ya había lanzado el no menos referencial “Return To Forever” (1972) junto a la formación del mismo nombre, en la que incluyó otro tema emblemático de su producción, “La fiesta”, con el que había abierto camino al encuentro con el flamenco.
En ese mismo trabajo, en el que participó el percusionista Airto Moreira y su mujer Flora Purim como vocalista, Corea supo dar entrada además a la personalidad musical de Brasil e hibridarla con su teclado eléctrico, en uno de los primeros ejemplos relevantes de fusión con la música latina.
Siguió investigando en la misma dirección, tanto en el siguiente disco de esta banda, “Light As A Feather” (1973), que incluyó la citada “Spain”, como en “My Spanish Heart” (1976), un proyecto muy personal que maridaba nuevamente tradición hispana y modernidad electrónica.
Cálido y salvaje a la vez, entre suave “pianissimos” y abruptos cambios de tiempo, contenía piezas como las ambiciosas suites “Spanish Fantasy” y “El Bozo” o la divertida “Armando’s Rhumba”, con sus palmas de fondo.
Algunos de esos temas se convirtieron en piezas antológicas de su producción y no era extraño verle reinterpretarlas mano a mano con otros iconos, como fue el caso de Herbie Hancock en los discos que lanzaron juntos a finales de esa década.
En lo que se refiere a la influencia del flamenco en su música, esta se evidenció aún más en “Touchstone” (1982), en el que contó como invitada con la guitarra de Paco de Lucía en medio de un repertorio sembrado de canciones con nombres en español, véase “Duende”.
Entre una gran nómina de colaboradores del ámbito de la música latina, como Carles Benavent, Don Alias y Álex Acuña, aquel álbum le permitió volver asimismo junto a algunos de sus excompañeros de Return To Forever, como Stanley Clarke, para producir el tema “Compadres”.
Ya no se apartó del todo de aquel camino trazado por él mismo y no era raro verle retornar a él, como con el citado “The Vigil” (2013), o como cuando unos años publicó otro de sus discos más aplaudidos, “Corea.Concerto: Spain For Sextet & Orchestra / Piano Concerto No. 1” (1999), que contó con Avishai Ochen y volvía su mirada, una vez más, a “Spain”, considerada por muchos como la mejor composición de su carrera.