Brady contra Mahomes, un duelo generacional en el Super Bowl más atípico
Jugando como locales por primera vez en la historia, los Tampa Bay Buccaneers tratarán de arrebatarle la corona del football americano a los Kansas City Chiefs en el Super Bowl de este domingo, en un choque generacional entre el legendario Tom Brady y su posible sucesor Patrick Mahomes.
La edición 55 del Super Bowl, el gran espectáculo deportivo de Estados Unidos, pondrá el punto y final a una campaña en que la NFL logró sortear los desafíos de la pandemia de coronavirus – los partidos aplazados y contagios de jugadores no adulteraron la competición – y ofrece una batalla entre “quarterbacks” que puede marcar una época.
Resistiéndose a la retirada, Tom Brady protagonizó una nueva hazaña clasificando a su décimo Super Bowl en su temporada de estreno con los Buccaneers, una franquicia que solo posee un título (2002) y llevaba 13 años sin siquiera pisar los playoffs.
Frente a Brady y sus, por ahora, seis títulos de NFL (todos con los New England Patriots) estará Patrick Mahomes, un mariscal de campo con un prodigioso talento al que muchos creen capaz de llegar al nivel de su rival.
La trascendencia del duelo entre Brady y Mahomes, que ya ganó un Super Bowl y a sus 25 años es el más joven en disputar un segundo, ha generado comparaciones que van más allá del football americano.
“Esto va a ser, literalmente, como si LeBron (James) y (Michael) Jordan jugaran las finales de la NBA”, sentenció Tony Romo, exmariscal de campo de los Dallas Cowboys y ahora comentarista estrella en televisión.
Gane o pierda, Brady escribirá un pedazo de historia de la NFL el domingo a partir de las 18H30 locales (23H30 GMT) en el Raymond James Stadium de Tampa (Florida).
Con 43 años y 188 días de edad será el jugador más veterano en disputar un Super Bowl, un hito asombroso en este deporte de feroz exigencia física en el que la media de duración de una carrera son 3,3 años.
“Ha sido un esfuerzo increíble a lo largo de mi vida, dentro y fuera del campo”, dijo Brady esta semana. “He intentado jugar al máximo cada semana, y aún sigo intentándolo”.
– La defensa de Tampa frente a la ofensiva Chief –
Pocos esperaban una nueva aparición de Brady en el Super Bowl cuando, hace casi un año, cerró dos décadas de dinastía con los Patriots al lado del técnico Bill Belichick para mudarse a Florida con su esposa, la modelo brasileña Gisele Bündchen, y sus hijos.
Brady se puso a trabajar de inmediato con sus nuevos compañeros, sorteando las restricciones de entrenamiento de la NFL, y convenció al ‘tight end’ Rob Gronkowski, su gran socio en los Patriots, para que abandonara el retiro y se le uniera en la aventura.
Los ‘Bucs’ concluyeron la fase regular en la segunda posición de la división Sur de la Conferencia Nacional, pero en los playoffs dieron la sorpresa al ganar sus tres eliminatorias como visitante y alcanzar el Super Bowl programado para disputarse en Tampa, por lo que serán el primer equipo en la historia que jugará la final en su propio estadio.
Su entrenador, Bruce Arians, también podría convertirse con 68 años en el más veterano en levantar el domingo el trofeo Vince Lombardi.
Para ello su defensa, una de las mejores de la liga, tendrá que neutralizar a la espectacular ofensiva de los Chiefs, que promedió 29,6 puntos en la fase regular comandada por Mahomes junto a los veloces Travis Kelce y Tyreek Hill.
Mahomes “tiene la capacidad de concentrarse en los momentos más importantes y de cumplir con su equipo”, le reconoció Brady. “Esa es probablemente la marca de cualquier gran atleta: salir airoso en el momento decisivo”.
– Menos público y ‘show’ de The Weeknd –
Los Chiefs parten como favoritos para conquistar su tercer anillo pero tendrán que sobreponerse al impacto producido por el accidente automovilístico del jueves en el que se vio involucrado Britt Reid, hijo y asistente del técnico Andy Reid.
Según medios locales, Britt Reid admitió haber consumido bebidas alcohólicas antes de chocar su camioneta contra dos autos aparcados en una autopista, en un incidente en el que resultó gravemente herido un niño de cinco años.
El Super Bowl, que suele tener una audiencia televisiva de unos 100 millones de espectadores, lucirá esta vez diferente debido a la pandemia.
Las gradas del Raymond James Stadium solo contará con unos 25.000 aficionados de los 65.000 que puede albergar.
Unas 7.500 de esas entradas fueron reservadas para trabajadores sanitarios ya vacunados como gesto de agradecimiento por su labor en la lucha contra el coronavirus, que ha tenido en Florida uno de los principales escenarios en el país.
Los organizadores también prohibieron que los aficionados bajen a la cancha durante el tradicional espectáculo musical del descanso, en esta ocasión a cargo del canadiense The Weeknd.
Las multitudinarias celebraciones alrededor del evento se restringieron y grandes marcas como Coca-Cola decidieron suspender sus millonarias inversiones en anuncios publicitarios y canalizarlas a causas relacionadas con la pandemia.
El nuevo gobierno de Joe Biden también instó a los estadounidenses a no reunirse con amigos para disfrutar del juego por temor a que provoque un repunte del virus.