Mazatlán, la Serie del Caribe en la que regresaron las figuras

Los organizadores de la Serie del Caribe hace rato que perdieron la batalla para atraer a su torneo figuras de las que produce la región y para mantener el interés insisten en venderlo como un evento de países en lugar de clubes.

Esta ocasión les llegaron unos invitados de esos que no molestan, aunque el COVID-19 impide vender el aforro completo.

Robinson Canó llegó a la Lidom en el primer sorteo de novatos (2002) y nunca había estado en el clásico caribeño. Melky Cabrera comenzó a jugar con las Águilas en 2004 y tampoco se había probado en estas aguas. Yadier Molina, un receptor con perfil de inmortal con nueve Guantes de Oro, desde 2007 no se uniformaba para este campeonato.

Por diversas razones, la cita de Mazatlán presenta algunas atracciones ya perdidas.

Canó está en el Teodoro Mariscal aprovechando la larga pausa por su suspensión por dopaje (todo 2021) y ha aprovechado para intentar coleccionar en su vitrina uno de los pocos títulos que faltan. El antesalista ya tiene un Clásico y una Serie Mundial. Con las Estrellas no ganó, aunque su presencia en el dugout ese 2019 lo hizo sentir uno más.

Molina no tiene trabajo. A sus 38 años el capitán boricua quiere un pacto que le garantice más tiempo del que San Luis le ofrece y siguen negociando.

Melky Cabrera quiere volver al Big Show. Con 36 años, ya no es atractivo para la MLB, pero quien fuera campeón con los Yanquis junto a Canó en 2009 insiste.

No son los únicos. El recortado calendario en Estados Unidos en 2020 y la indecisión sobre cuándo se abrirán los campamentos ha prolongado la estadía del panameño Johan Camargo con las Águilas.

Las cuyayas tienen en México a Jonathan Villar, sin empleo a esta altura cuando ya las opciones parecen pasar por una invitación a los entrenamientos a pelear un puesto. Poco entendible cuando se trata de un jugador versátil, de 29 años, que tan cerca como en 2019 pegó 24 jonrones, remolcó 73 vueltas, anotó 111, se robó 40 bases y tuvo 3.9 WAR.

Félix Fermín también cuenta con Juan Lagares, un ganador del Guante de Oro que busca otra oportunidad en la Gran Carpa, y Carlos Martínez, con opciones para recuperar un puesto en la rotación de los Cardenales.

De los 168 jugadores que fueron inscritos para el torneo hay 58 que tienen contratos con organizaciones de las Grandes Ligas. Puerto Rico tiene el mayor número con 18, seguido de Dominicana (11), Colombia (10), Panamá (8), México (6) y Venezuela (5).