A pocas horas de la polémica fecha del 7 de febrero, se profundiza crisis política en Haití
A menos de 48 horas del domingo 7 de febrero, fecha en que se debe cumplir el mandato del presidente Jovenel Moïse, quien se niega a abandonar el gobierno ese día, con el argumento de que fue elegido por cinco años, la inestabilidad política en Haití se incrementa con movilizaciones populares acompañadas de violencia callejera, el aumento de los secuestros por bandas de criminales y una crisis que amenaza con dividir a la Policía Nacional Haitiana (PNH).
De acuerdo con informaciones publicadas en medios de la vecina nación, como Alter Presse, este viernes 5 de febrero, el director general de la Policía Nacional haitiana, Léon Charles, amenazó con tomar “medidas enérgicas”, con el mayor rigor, contra un grupo de agentes que, según el alto oficial, están tratando de desestabilizar la institución policial.
“El alto mando no tolera que, dentro de él, grupos se marginen para imponer sus leyes a la institución y a la población a través de la violencia”, dice la agencia de noticias que advirtió el jefe policial.
De acuerdo con la denuncia, los agentes están involucrados en movimientos de pánico, en el Champ de Mars (principal plaza pública de la capital, Puerto Príncipe), durante las festividades previas al carnaval, donde al menos dos de ellos hicieron uso de sus armas.
También se sospecha de la participación de agentes policiales en un incendio en el edificio de la Corte de Cuentas en Jacmel, la principal ciudad en el departamento sureste de Haití.
De igual manera, en el comunicado de la PNH se establece que tres policías de guardia y un expolicía fueron sorprendidos en Miragoâne (ciudad principal del departamento de Nippes, parte del suroeste de Haití) en un automóvil sin placa y se atrevieron a apuntar con armas pesadas a otros policías, abusos que están “lejos de los principios policiales y se acercan a las prácticas político-criminales”, según la Dirección General de la PNH.
Las protestas continúan
Luego de que organizaciones de la sociedad civil y sindicatos paralizaran en Haití los días 1 y 2 de enero el comercio, el transporte, las escuelas, la administración pública y el sector informal contra la inseguridad, la violencia y en demanda de la renuncia del presidente Jovenel Moise, este viernes las violentas manifestaciones tomaron de nuevo las calles de la capital Puerto Príncipe y otras ciudades como Les Cayes.
Mientras en otro escenario y con diferentes protagonistas, el periódico Le Nouvelliste publica en su página web que “acompañados por miembros de la población civil, hombres armados con uniforme policial que afirman ser parte del grupo Fantom509 de la Policía Nacional de Haití marchan por las calles de Puerto Príncipe este viernes por la tarde. Montados en motocicletas, los hombres armados siguieron disparando al aire a su paso, lo que causó pánico en todas partes. Se incendiaron vehículos registrados en el Servicio Estatal. El principal objetivo de este movimiento se desconoce por el momento”.
En tanto, el medio haitiano en otra nota destaca que agentes de la Policía Nacional del Sur utilizaron gases lacrimógenos para dispersar las manifestaciones de la oposición en Carrefour Boyer (avenida Cartagena) en Les Cayes este viernes 5 de febrero. “Policías de la Unidad Departamental de Mantenimiento del Orden (UDMO) respondieron a los manifestantes que les arrojaron piedras y levantaron barricadas de llantas en llamas”.
Los secuestros no se detienen
Aunque un cable de la agencia EFE da cuenta de que el presidente haitiano Jovenel Moise prometió el pasado lunes, en medio de la huelga general que combatirá los secuestros “con dureza”, este viernes se reportó un nuevo secuestro, el segundo en menos de 24 horas.
Tanto Le Nouvelliste como otros medios reseñaron que mientras grupos de personas exigían con barricadas en la carretera nacional número dos, la liberación de Lovelie Laloix, secuestrada el jueves, se registró el rapto, al inicio de la tarde de este viernes, de Fenel René, conductor de transporte público, en Papette, distrito de Léogâne.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos afirman que el pasado año en Haití ocurrieron más de mil secuestros y que solo en el pasado mes de enero se registraron más de 20, de acuerdo con denuncias recibidas en la Policía Nacional Haitiana.
Obispos y abogados dicen mandato de Moise termina este domingo
En esta semana, en declaraciones separadas, la Federación de Abogados de Haití (FBH) y la Conferencia Episcopal solicitaron al presidente Jovenel Moise que respete la Constitución haitiana y acepte el fin de su mandato, que se cumple este domingo.
Por su lado, los obispos haitianos establecieron que “el Presidente de la República ha aplicado la ley electoral y la Constitución para diputados, senadores y alcaldes en años anteriores. Afirmó así la unidad de la ley para todos los funcionarios electos, incluido él mismo, proclamando así que la ley es una para todos. Nos parece que todo el mundo está de acuerdo con el principio de que nadie está por encima de la ley y la Constitución en el país. Esta primera observación hecha, no es necesaria literatura ni justificación legal alguna. Todo el mundo quiere que Haití sea un Estado de derecho”.
En tanto, los abogados indicaron que “tras deliberaciones y por mayoría, la FBH adoptó esta resolución mediante la cual: 1) considera que las disposiciones constitucionales relativas al mandato del señor Jovenel Moïse deben entenderse a la luz de la interpretación restrictiva impuesta a los parlamentarios el pasado mes de enero. 13, 2020; 2) toma nota, por tanto, de que el mandato del presidente Jovenel Moïse debe finalizar el 7 de febrero de 2021, es decir, “cinco años… después de la fecha de las elecciones”.
Afirmaron, además, que el Consejo Electoral Provisional, designado unilateralmente por el presidente de Haití no tiene legitimidad para organizar las próximas elecciones.
A todas estas exigencias el mandatario haitiano contestó en un discurso: “El periodo presidencial es de cinco años en Haití, lo que significa que el mandato de Jovenel Moise terminará el 7 de febrero de 2022”.
La Policía Haitiana enfrentó las protestas con gases lacrimógenos.