Rozalén llega a los Goya con La Sonora Santanera
La cantautora española Rozalén llega a los premios Goya de la mano de la banda mexicana La Sonora Santanera con “Que no, que no”, la canción nominada de la película “La boda de Rosa” de Iciar Bollain.
El tema habla de la importancia de aprender a decir que no y de complacerse a uno mismo de forma saludable. Resuena con el de la película, que sigue a una madre, pareja, hija y empleada que cuida de todos menos de sí, hasta que hace un compromiso y decide “casarse” con ella misma.
“Cuando las cosas están así de complicadas las alegrías son triples”, dijo Rozelén sobre la emoción de su primera nominación a los premios del cine español. “Me tiré como dos horas llorando, mi padre me habló y no pude ni hablar. Él se reía y no pude ni hablar. Se reía y decía: ‘Cuando termines de llorar tú me dirás’”.
“Nosotros también lo recibimos con mucha alegría, no nos lo esperábamos la verdad. Estábamos empezando a ensayar”, dijo Arturo Ortiz, percusionista y miembro fundador de La Sonora. “Ver y saber que tu trabajo es tomado en cuenta con una nominación es fabuloso”.
Los Premios Goya, en su 35ta edición, se entregarán el 6 de marzo en una ceremonia con formato híbrido debido a la pandemia de coronavirus que tendrá como sede Málaga.
“La boda de Rosa” consiguió en total ocho nominaciones al Goya, incluyendo a mejor película y mejor actriz protagonista, para Candela Peña.
“Es una película que parece sencilla y tiene mucha, mucha miga adentro”, dijo Rozalén. “(Rosa) pulsa como un botón nuclear y decide seguir su sueño y amarse y respetarse por encima de todo”.
Bollain también dirigió el video de la canción, por lo que el estilo es muy similar, con muchos tonos rojos. Pero las restricciones de viaje por la pandemia evitaron que los artistas se reunieran. Al rodarlo, La Sonora estaba en México, en España estaban confinados y Peña varada en Islas Canarias.
“A mí me dijeron: ¡Te la tienes que currar tú!”, dijo Rozalén sobre la forma en que se las ingeniaron remitir a La Sonora y hacer un video dinámico, con ella tocando instrumentos como batería y trompeta. “Bastante bien para los medios que teníamos”.
La artista de 34 años compuso la letra y La Sonora, una de las orquestas más emblemáticas de la música tropical mexicana desde 1955, se encargó de llevarla a esos terrenos con arreglos de Antonio Méndez. El reto para Rozalén, quien se desenvuelve más en la balada, era llevar su estilo a los ritmos bailables.
“No es fácil cantar música tropical porque tienes que darle el sabor del fraseo y ella se lo dio y quedó exactamente como si hubiera cantado muchas veces con La Sonora Santanera”, dijo Arturo Ortiz Jr., hijo de Ortiz y otro de los integrantes de La Sonora, desde la Ciudad de México.
“Por eso es tan interesante que los artistas y los países nos mezclemos de esta manera, para crear y generar algo de verdad novedoso”, dijo Rozalén, quien al momento de la entrevista se encontraba en un pequeño poblado a las afueras de Madrid.
A propósito de la llamada tercera ola por la que está pasando España con la pandemia de COVID-19, Rozalén dijo que no sabe “si reír o llorar”.
“Al principio del año esto parecía una película de terror entre la pandemia y una nevada histórica. Yo me quedé atrapada en casa de mis padres que me llevaron a comer… Decíamos: “¿La semana que viene qué toca? ¿Zombies? ¿Meteorito?’”, recordó.