Subversión ideológica en Cuba
Desechadas la inteligencia y las enseñanzas de la historia, las coces de Trump sobre Cuba comenzaron con la denuncia de que una veintena de funcionarios de la Embajada en La Habana sufrían mareos, confusión mental y hablaban en arameo porque la dictadura había trastornado sus sentidos y razón con sonidos propagados por microondas: un sofisticado ataque acústico que no quedaría impune. Poco importó que las universidades de Berkeley, en California, y Lincoln, en el Reino Unido, demostraran que los zumbidos escuchados en las residencias diplomáticas correspondían al frotamiento de las alas escler…
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