Acosta llama a la unidad tras asumir presidencia del Comité Olímpico Dominicano

El entrante presidente del Comité Olímpico Dominicano (COD), licenciado Antonio Acosta, hizo un vehemente llamado a la unidad del movimiento deportivo dominicano ante los momentos difíciles que vive el mundo por la pandemia del Covid-19.

En su discurso, en el que asumió la presidencia del COD este martes, Acosta enumeró una serie de medidas que pondrá en ejecución en los próximos dos años.

Entre esas medidas citó la reforma estatutaria del COD, así como adecuación y homologación de los estatutos de las Federaciones Deportivas Nacionales, acordes con la Carta Olímpica, las normas del COD, Ley General del Deporte y las normas que rigen las asociaciones sin fines de lucro.

Acosta también se propone reforzar la alianza estratégica entre el COD, el Ministerio de Deportes, Creso y el Ministerio de Educación. Al igual que trabajar para que en los Juegos Olímpicos de Tokio la delegación dominicana tenga buenos resultados.

También se refirió al tema de dar continuidad a las conquistas en el desarrollo de los atletas, fortalecer y dignificar la dirigencia deportiva.

Aseguró que no trabajará solo y adelantó que se creará una comisión de asesores en la que estarán el saliente presidente Luis Mejía y el doctor José Joaquín Puello y otras personalidades que serán anunciadas más adelante.

Acosta asumió la presidencia del COD por los próximos dos años por la salida del renunciante Luis Mejía, quien había anticipado en las elecciones de diciembre de 2018 que sólo estaría en el cargo por dos años.

Previo al discurso de Acosta, el licenciado Gilberto García, secretario general del COD, leyó una resolución de esta fecha en la que daba cuenta del orden sucesoral ante la salida de Mejía, basada en los artículos 43, y 45.2 de los estatutos del organismo olímpico.

El Comité Ejecutivo se reunión previamente para tomar la resolución que fue leída por García. En esa reunión participaron Mejía, Acosta, García, José Luis Ramírez, tesorero; Rafael Uribe, vicepresidente, Gerardo Suero Correa, cosecretario; Edwin Rodríguez, cotesorero; Nelson Ramírez y Rafael Villalona, vocales.

Según la resolución, Acosta que hasta este viernes era el primer vicepresidente, pasa a ocupar la presidencia, mientras que Luis Chanlatte, que era el segundo vicepresidente, ahora es el primero, en tanto que Rafael Uribe, que estaba como tercer vicepresidente, será segundo vice y el primer vocal Nelson Ramírez, ahora es el tercer.

En ese mismo orden, Dulce María Piña que era la segunda vocal, pasa a la primera vocalía y Rafael Villalona, que era tercer vocal, pasa a la segunda vocalía. La tercera vocalía queda desierta y será cubierta en la próxima asamblea de federaciones pautada para marzo próximo.

Al dejar el cargo, Luis Mejía hizo entrega de los estatutos del COD y la Carta Olímpica a Acosta, señalando que “tenemos un movimiento deportivo fuerte y una serie de resultados en estos últimos 17 años”. Mejía asumió la presidencia en el año 2004 cuando el doctor José Joaquín Puello dejó la presidencia.

“Es tiempo de entregar el bastón a mi sucesor (Acosta)”, dijo, asegurando que seguirá siendo “un soldado del deporte”.

Mejía hizo un recuento de su historia como dirigente deportivo que inició como presidente de la Asociación de Softbol del Distrito Nacional hasta llegar a la presidencia del COD, precisando también una serie de logros tangibles al frente del organismo olímpico.

En el marco del acto, el ministerio de Deportes hizo entrega a Mejía de una placa de reconocimiento por los logros alcanzados como presidente del COD. La entrega fue realizada por Francisco De la Mota, viceministro Administrativo de esa cartera, quien estuvo acompañado de los también viceministro Kennedy Vargas y Elvis Duarte, así como Manuel López y Miguel Camacho.

Durante la ceremonia fue presentado un video donde algunos empleados y funcionarios del COD emitieron palabras sobre el desempeño de Mejía en su posición de presidente del organismo.

El fotoreportero Ernesto Beltré entregó una fotografía a Mejía que recoge un momento cuando se rindió honor a Juan Ulises García Saleta, con motivo de un aniversario de su fallecimiento.