Vacunas anticovid, como las de la gripe, tendrán que adaptarse a mutaciones
El director de emergencias sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan, indicó este miércoles que las vacunas contra la COVID-19 podrían en el futuro tener que modificarse para responder a las variantes del coronavirus, como ocurre con las que se administran contra enfermedades como la gripe.
“No tenemos evidencia de que las actuales vacunas sean menos efectivas (contra las nuevas variantes de coronavirus), pero eso puede ocurrir y en el caso de la gripe cambiamos la composición de la vacuna dos veces al año”, recordó Ryan en la sesión semanal de preguntas de internautas emitida a través de las redes sociales.
“Las vacunas pueden perder efectividad, pero podemos adaptarlas rápidamente”, subrayó, aunque defendió que para ello debe hacerse un seguimiento continuado de las variaciones que vayan apareciendo, mediante una frecuente secuenciación de muestras en laboratorios.
El experto irlandés subrayó, por otro lado, que la mejor manera de evitar nuevas variantes es reducir la transmisión, por lo que las sociedades también tienen responsabilidad en la lucha por frenar las mutaciones del coronavirus SARS-CoV-2.
“Siempre contamos con que podrían surgir nuevas variantes, aunque Dinamarca pudo contener la surgida allí y Sudáfrica también ha hecho un buen trabajo al respecto”, afirmó.
La responsable de la unidad técnica anticovid de la OMS, Maria Van Kerkhove, añadió que el surgimiento de mutaciones y variantes “no significa que todo lo que hayamos hecho hasta ese momento deje de valer, o que cambien las estrategias” y señaló en ese sentido que, pese a la aparición de nuevas cepas, muchos países actualmente están reduciendo los contagios con las mismas medidas preventivas.
La OMS convoca mañana jueves un seminario virtual con más de 2,000 expertos para analizar las nuevas variantes del coronavirus, más contagiosas que las aparecidas hace un año, y que en casos como la variante británica se sospecha también que podrían ser más mortales, aunque la agencia de la ONU aún no ha confirmado este punto.
“Tenemos un adversario, o múltiples adversarios, a los que tenemos que vigilar, y ver cómo las terapias y vacunas se adaptan a él”, resumió Ryan.