Ahora no entienden al Gobierno
Gente que no sabe por dónde le entra el agua al coco tampoco conoce el viceversa de la política, dos conocimientos básicos para opinar de todo.
Por ejemplo.
Los que no entendieron en su momento la campaña de oposición, ahora no entienden al Gobierno, y reaccionan extrañados de que los nuevos hagan lo mismo que los viejos.
La falta, sin embargo, no sería tanto de la opción en auge que aprovechó la circunstancia y el ánimo de los fieles, sino de los conversos que creyeron que las cosas podrían hacerse de manera diferente.
Si hubieran pensado que gobernaría el mismo país con iguales inconvenientes, no se hacen idea equivocada. La pandemia estaba supuesta a seguir y la economía no podía librarse de sus males con actos de magia.
El tonto, y más el tonto útil, tiene ahora la oportunidad de aprender de su frustración. En la próxima contienda sabrá discernir mejor entre lo que hace Gobierno y critica oposición.
Incluso deberá agradecer a Dios que más que ruptura, continuidad, pues quienes se dejan seducir por sus promesas de gobierno, llevan a cabo las peores gestiones.
La pandemia y la economía resultaron locos difíciles de bañar.