Hay que ver lo que hay que legislar
Dándole la vuelta a la expresión, la Asamblea Nacional francesa no ha liado un pollo, pero un pollo sí que ha liado a la Asamblea Nacional francesa. Tras una larga tramitación, la Cámara ha aprobado una legislación para proteger “el patrimonio sensorial en el campo”, que expresado en lenguaje común significa que los animales del mundo rural tienen derecho a emitir los sonidos que proceda según su especie sin que venga nadie a quejarse a sus dueños —cuando los haya— o a las autoridades —siempre hay una, cuando no varias— porque aquello les molesta. La anécdota es que todo empieza por un gallo c…
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