El regreso del cemí

El único cemí (o zemí) de algodón que se ha conservado es una enigmática figura que acoge el cráneo divino de un gran señor taíno y que ahora ve pasar el tiempo protegido por una urna de cristal en un museo italiano, el de la Universidad de Turín.

La fascinante historia la cuenta el periódico español El País, que resalta que el pasado septiembre, el actual Gobierno dominicano comenzó la petición formal de devolución.

Bernardo Vega lo localizó hace ya unos años y reconstruyendo las idas y venidas, se sabe ahora que el cónsul italiano en República Dominicana Giovani Battista Cambiaso, lo habría regalado a un abogado genovés y éste lo habría vendido alrededor de 1928 al museo.

Empieza ahora una “batalla” diplomática por su devolución, que de lograrse, será un acontecimiento. Los ministerios de Cultura de ambos países “desenfundarán” los abogados y las cohortes diplomáticas harán filigranas.

Para República Dominicana el regreso del cemí debe ser un objetivo nacional. Si hablamos de Marca País, hablamos de esas cosas que marcan la esencia, las particularidades, la idiosincrasia. Y el patrimonio, el tangible y el intangible, la historia, el arte… son sustanciales para definirla.

Ese cemí debería tener ya billete de regreso a casa.