Tailandia acusa a un líder de la oposición de insultar a la monarquía
El líder de la oposición Thanathorn Juangroongruangkit, cuyo partido Nuevo Futuro fue disuelto en febrero de 2020 tras una polémica decisión judicial, se ha convertido en el último acusado de difamar a la poderosa monarquía tailandesa, en la mira tras casi un año de protestas a favor de reformas democráticas. El supuesto delito del joven político, de 42 años, es criticar que la estrategia de vacunación del Gobierno depende en gran parte de la empresa Siam Bioscience, propiedad del rey Maha Vajiralongkorn. Una ofensa, a ojos de las autoridades tailandesas, que se viene a sumar a un repunte de las acusaciones por lesa majestad, un delito que en Tailandia lleva aparejada una condena de entre tres y 15 años, en lo que parece ser una campaña de contraataque del denostado soberano.
El Ministerio de Economía Digital tailandés tramitó la acusación el miércoles, apenas dos días después de que Thanathorn organizara un seminario en internet en el que realizó 11 comentarios supuestamente críticos con la monarquía. Entre ellos, el político se preguntó los motivos por los que el país había concedido derechos únicos de producción de las inyecciones de la farmacéutica británico-sueca AstraZeneca a Siam Bioscience, que pasó a ser propiedad directa de Vajiralongkron en abril de 2019.
Thanathorn denunció que el caso tiene “una motivación política” en una rueda de prensa el jueves. “Los tailandeses merecen saber la verdad de lo que está pasando con sus vacunas”, enfatizó. “¿Por qué el Gobierno se está esforzando tanto en defender a esta compañía? ¿Está acaso admitiendo que se le ha concedido un trato especial?”, publicó en Facebook después de hacerse pública la acusación en su contra.
El Gobierno tailandés ha firmado un acuerdo de transferencia tecnológica con la farmacéutica AstraZeneca para que la empresa local Siam Bioscience produzca 26 millones de vacunas utilizando la fórmula de la multinacional. También ha comprado vacunas a la china Sinovac Biotech.
En su seminario, el político cuestionó la experiencia de Siam Bioscience en producir vacunas. “Tengo que preguntar si el Gobierno está preparado para gestionar el riesgo que supone poner todas las esperanzas en una sola compañía”, exhortó. El primer ministro, el general Prayuth Chan-ocha, recogió el guante poco después. “Todo está tergiversado. Daré órdenes de procesar por cualquier falsedad que se publique, bien sea en los medios tradicionales o en las redes sociales”, advirtió.
Thanathorn, un empresario multimillonario que cofundó Nuevo Futuro en 2018, está en la diana de las autoridades tailandesas desde que su formación reformista, muy crítica con Prayuth y el rol de los militares en el país, se alzara como la tercera fuerza parlamentaria en las elecciones de 2019. Tras los comicios, cuyo recuento fue muy controvertido y acabó dando la victoria al partido de Prayuth, que había estado al mando de un golpe de Estado en 2014, ha sido objeto de una campaña de persecución. En noviembre de ese año, se le retiró su estatus de diputado por violar la ley electoral en un caso con claros matices políticos, mientras el Tribunal Constitucional disolvió su partido en febrero de 2020 por considerar ilegal un préstamo que había donado a la formación.
Fue precisamente la disolución de Nuevo Futuro, muy respaldado por la juventud tailandesa, lo que disparó las mayores protestas prodemocracia de Tailandia en años. Protagonizadas en su mayoría por estudiantes, las manifestaciones pasaron de pedir la dimisión del primer ministro y reformas democráticas a comienzos de 2020 a criticar abiertamente meses después el rol de la monarquía, anatema en el país.
Si bien desde diciembre no ha habido manifestaciones debido a un repunte de casos de covid-19 con el que se ha justificado el endurecimiento de las normas de distanciamiento social, la campaña contra la disidencia se ha intensificado en paralelo. Desde noviembre, medio centenar de personas han sido detenidas y acusadas de insultar a la monarquía. Esta semana, una ex funcionaria fue condenada a la pena récord de 43 años y seis meses de cárcel, hallada culpable de 29 violaciones de la ley de lesa majestad por unos comentarios críticos con la monarquía publicados en Facebook y YouTube.
Vajiralongkorn, que reina como Rama X desde la muerte de su padre en 2016, ha despertado las críticas de los tailandeses, quienes reverenciaron durante décadas a Bhumibol, su progenitor, por su concentración de poder. Las protestas han criticado la simbiosis entre los estamentos político y militar y la Casa Real, y piden reformas democráticas, con pocos visos de llevarse a cabo a corto plazo.
Ausente hasta hace muy poco, pues vivía la mayor parte del tiempo en Alemania, el rey lleva meses en Tailandia para apuntalar su poder. Mientras los tailandeses reformistas pierden espacio parlamentario, un prominente defensor de la monarquía, Warong Dechgitvigrom, anunció el miércoles la formación del partido Thai Pakdee (Tailandeses Leales). “Hoy, nos ponemos de pie para luchar por una institución amada por toda la nación”, declaró.