Francia se dota de una “carta de principios” democráticos para los imanes
Fumata blanca para la “carta de principios” democráticos que deberá guiar a los imanes en Francia. En el mismo día en que los diputados comenzaron a trabajar en el otro pilar del plan del Gobierno para combatir el “separatismo islamista”, el proyecto de ley que “reafirma los principios republicanos”, el presidente, Emmanuel Macron, recibió este lunes en el Elíseo a los representantes de varias corrientes musulmanas que han logrado consensuar, tras semanas de discusiones y crisis, un listado de principios laicos y democráticos con los que deberán comprometerse en el futuro los imanes que deseen predicar en Francia, aceptando los valores de la República y abjurando del extremismo religioso.
El acuerdo sobre la “carta de principios” adoptada por el Consejo Francés de Culto Musulmán (CFCM) constituye un “compromiso neto y claro a favor de la República” y permite “una clarificación del la organización del culto musulmán”, citó el Elíseo a Macron tras la reunión con los líderes musulmanes en el palacio presidencial junto con su ministro del Interior, Gérald Darmanin.
El “texto consensuado”, como lo calificó en un comunicado el presidente del CFCM, Mohammed Moussaoui, “reafirma la compatibilidad de la fe musulmana con los principios de la República”, especialmente “la laicidad”, así como “la igualdad mujer-hombre” o “la libertad de conciencia y religión”.
Además, el texto aprobado por las nueve federaciones que aglutina el CFCM, interlocutor principal del Gobierno para cuestiones relacionadas con la organización del culto musulmán, “rechaza la instrumentalización del islam para fines políticos, así como la injerencia de los Estados en el ejercicio del culto musulmán”. Precisamente la definición de lo que constituye “islam político” fue uno de los puntos que a finales de diciembre hizo tambalearse todo el proyecto, tras las denuncias del imán de la Gran mezquita de París, Chems-Eddine Hafiz, de que “componentes islamistas” del CFCM buscaban “sabotear” la carta de principios.
La cuestión del islam político es un punto clave para Macron, que en su batalla contra el “separatismo islamista” ya anunció el año pasado el lanzamiento de una iniciativa para acabar, en cuatro años, con los denominados imanes consulares, los predicadores pagados y enviados por países extranjeros —unos 300 procedentes sobre todo de Turquía, Marruecos y Argelia— e impedir también la financiación extranjera de las mezquitas en Francia, para lo cual el proyecto de ley ahora en manos de la Asamblea Nacional prevé normas más estrictas para las donaciones extranjeras de más de 10.000 euros.
Aunque fundamental, la “carta de principios” no es más que un primer paso, subrayó Moussaoui tras la cita presidencial. Esta debe llevar ahora a la creación de un Consejo Nacional de Imanes (CNI), que será la institución encargada de emitir los certificados para los imanes que cumplan los principios establecidos. Este proyecto recibió un fuerte impulso del Elíseo tras el brutal asesinato de Samuel Paty, el profesor decapitado en las afueras de París a mediados de octubre por mostrar en clase unas caricaturas de Mahoma.
“El presidente nos ha apoyado siempre, ha estado a nuestro lado y espera que este primer paso pueda llevar al siguiente, a la creación del CNI”, declaró Moussaoui, que advirtió de que esa tarea “será larga”, aunque se declaró “confiado” en lograrlo.
La ley contra el separatismo religioso, a examen
La luz verde a la formación de imanes coincidió con el comienzo de los debates en el Parlamento sobre el proyecto de ley contra el “separatismo islamista” promovido por Macron.
Antes de su llegada al hemiciclo, los 51 artículos de la propuesta legislativa serán examinados, durante toda esta semana, por una comisión especial de 70 diputados que deberán, ante todo, hacer frente a la oleada de enmiendas presentadas —1.700— que prometen dificultar el camino de la normativa, entre críticas de la oposición, tanto de izquierdas como de derechas, para los que la ley o no va lo suficientemente lejos o se queda corta. La normativa ha provocado malestar incluso en el seno del macronismo, especialmente tras la enmienda presentada por la número dos del partido en la Asamblea Nacional de la formación, Aurore Bergé, que buscaba prohibir el velo para las niñas y para las madres que acompañen a alumnos en actividades extraescolares. Aunque la propuesta es una de las 300 ya rechazadas, ha mostrado las fuertes sensibilidades y las difíciles líneas que debe atravesar esta propuesta de Macron antes de que pueda convertirse en ley.