Detenido cerca del Capitolio un hombre armado y con credenciales falsas para la investidura de Biden
Un hombre armado con 500 municiones fue detenido el viernes por la policía de Washington cerca del Capitolio. Wesley Allen Beeler, de 31 años y originario de Virginia, fue arrestado cuando llegaba en una camioneta a uno de los puntos de control que rodean el Congreso de Estados Unidos. Para ingresar dentro del perímetro de seguridad, el sospechoso utilizó unas credenciales de la ceremonia de investidura de Joe Biden el 20 de enero. La policía capitalina ha informado de que esta identificación era falsa. El hecho suma tensión a una ciudad que se encuentra en máxima alerta tras las amenazas de violencia de cara a la próxima semana, según el FBI.
La policía encontró en la revisión del vehículo, una camioneta Ford F-150, una pistola Glock escondida en la guantera. Los agentes hallaron también 509 balas de calibre .9 milímetros y otras 21 municiones de escopeta. La detención se llevó a cabo a menos de 800 metros del Capitolio. Beeler, quien aceptó que el arma era suya, ha sido acusado de cinco delitos por no haberla registrado. Las autoridades de la capital estadounidense no han informado de las intenciones del sospechoso al penetrar la zona fuertemente vigilada ni han comunicado si es miembro de alguno de los movimientos de extrema derecha que han puesto bajo amenaza la investidura. La familia de Beeler ha dicho a la prensa local que el sujeto trabaja para una firma de seguridad privada. En una vista este sábado, un juez le ha prohibido entrar en la ciudad.
El padre de Beeler explica en una entrevista con The Washington Post que su hijo es un contratista de seguridad. En los últimos días, y después del asalto al Congreso del 6 de enero, había trabajado en el turno de noche en un sitio cercano al Capitolio. Entre su experiencia previa se encuentra la vigilancia de una propiedad de la embajada Saudí. Entre el armamento incautado se hallaron algunas balas de punta hueca, utilizadas comúnmente en ataques donde se pretende atravesar los chalecos antibalas de kevlar.
El centro de Washington es una fortaleza. Más de 20.000 integrantes de la Guardia Nacional están desplegados por toda la ciudad. Por primera vez, el National Mall se encuentra cerrado a días de un relevo en la Casa Blanca. La larga explanada al aire libre es una de las zonas turísticas más concurridas y sirve de escenario a cientos de miles de espectadores para la ceremonia de investidura. Allí se encuentran el Memorial de Lincoln y los muy visitados museos del Smithsonian. La parte este desemboca en el Capitolio. El acceso a toda esta zona está vedado. El ingreso se limita a los vehículos acreditados a través de decenas de puntos de control custodiados por militares e integrantes del servicio secreto. “Claramente, estamos en aguas inexploradas”, dijo la alcaldesa de D.C., Muriel Bowser, al disculparse con los vecinos por las molestias causadas por el operativo de seguridad.
Además de las medidas adoptadas por las autoridades federales y de la ciudad, los Congresos de los Estados también se están blindando a la espera de episodios de violencia. Los Gobiernos de Texas y Florida, ambos Estados republicanos, han ordenado echar el cierre de sus legislativos hasta después de la investidura de Biden.