Washington se blinda ante la amenaza de violencia
El centro de Washington parece un fortín. El perímetro de la Casa Blanca y el Capitolio está cercado por vallas de tres metros de altura que del otro lado vigila un imponente despliegue de la Guardia Nacional. Se ven camiones militares y en las marquesinas de los autobuses aparecen los rostros de los asaltantes del Capitolio que busca el FBI. Pesados bloques de cemento impiden el paso en algunas vías y desde este viernes hasta la toma de posesión del presidente electo Joe Biden, el próximo miércoles, todos los estacionamientos de la zona permanecerán bloqueados. En un intento por disuadir a los que pretenden viajar a la capital para protestar el día de la investidura, Airbnb canceló todas las reservas y las principales líneas de metro de la zona restringida están cerradas hasta el próximo jueves.