“…el loco soy yo”
En el PLD no debe soltarse el loco, pues se supone que con las derrotas seguidas cerraron el manicomio. Todos los kilómetros, menos el 28.
Aunque existe la posibilidad de que le haga coro a Kinito y se le oiga decir: “ …el loco soy yo ”. Y con la pandemia, toda culpa será circunstancia.
Igual sería el ánimo contrario: la prudencia, la madurez, la lógica del momento, en un partido sobrado de aspiraciones y con evidente déficit de democracia interna.
La presidencia de Danilo se cae de la mata que está en el patio de la Casa Nacional y ni siquiera se sacude el polvo al levantarse.
Y aun cuando atrevidos nunca faltan, nadie osará disputársela. Podría declinar, pero sería cosa suya y no forzado por ninguna situación.
El problema sería la secretaría general.
La competencia no sería cerrada, pero nadie duda de que el ganador necesitará endoso, ayuda de otro: la solidaridad del convite.
Catalejo a mano se alcanzan a ver unos indios muy recargados de pintura, con desaforados gritos de guerra, que no aceptarán mediación de caballería.
De resignarse, nada. O la hace Caballo Loco o la hace Toro Sentado.