El FBI investiga si los asaltantes planeaban tomar rehenes o matar a políticos
Poco a poco, los principales cabecillas del asalto al Congreso de Estados Unidos van cayendo. Primero fue Richard Barnett, el vándalo que entró en la oficina de Nancy Pelosi. Este sábado la policía detuvo a Jacob Anthony Chansley, el hombre que vestía un gorro de piel y cuernos y la cara pintada con una bandera, y a Adam Johnson, famoso por llevarse un atril. El FBI se centra ahora en establecer si la turba que irrumpió en el Capitolio, además de crear el caos, pretendía tomar rehenes e incluso matar a congresistas y ayudantes de estos.