Donald Trump, cinco años lanzando palabras que matan
Nunca sabremos si era verdad aquello que dijo Donald Trump de que podía pegarle un tiro a alguien en medio de la Quinta Avenida sin que le pasara nada. No lo ha hecho. Pero sí lo han hecho otros por él, alentados por una retórica violenta sin límites, de permanente división y confrontación de unos ciudadanos contra otros. Básicamente, entre los norteamericanos que él considera los suyos y los demás, que son enemigos. Esta espiral de incitación tácita o explícita a la violencia no ha hecho más que acelerarse con el paso de los años, hasta culminar en el asalto de un grupo de alucinados que no arrasó la Cámara de Representantes porque se encontraron una pistola en la cara cuando iban a derribar la puerta.