Cierre técnico de Duquesa no avanza
La construcción de dos celdas para igual cantidad de rellenos sanitarios que las pasadas autoridades del Ministerio de Obras Públicas comenzaron en el vertedero Duquesa, está abandonada y el lugar es ocupado ahora por gran cantidad de agua estancada mezclada con toneladas de basura.
Además del peligro de la contaminación por la acumulación de los líquidos y la basura, está la profundidad de las aguas que no se observan por la gran cantidad de plásticos y otros residuos sólidos que la cubren.
En su entorno la montaña de basura filtra los lixiviados al espacio de donde se obtuvo gran parte del caliche que fue utilizado para cubrir la totalidad del vertedero cuando se incendió en abril del pasado año.
Los buzos y las garzas pululan en el lugar, unos buscando algo de valor dentro de los escombros para vivir, y las otras recogiendo alimentos en cada remoción de la basura.
En la parte alta del lugar una montaña de residuos se levanta cada vez que los camiones depositan y los tractores aplanan y ya hasta los caminos de acceso que habían sido construidos para recorrer el lugar fueron borrados por las lluvias.
Cada vez crecen más los botaderos dentro del área cubierta con arcilla, volviendo a presentar un escenario similar al que existía antes del incendio de abril pasado. Hay un botadero en la parte norte, en el noreste, sureste en el centro y en la parte oeste.
Diario Libre buscó información de la situación ante el alcalde Carlos Guzmán, pero en el departamento de Comunicaciones se informó que estaba en una reunión y que no podía atender a los periodistas.
De igual modo, en la oficina de administración del basurero se trató de contactar a alguno de los tres representantes de la comisión que dirige el botadero, pero tampoco se pudo, alegando que estaban en reunión también.