El delicado papel de Mike Pence como maestro de ceremonias
Como maestro de ceremonias de la solemne sesión del Congreso que este miércoles debe ratificar a Joe Biden como 46º presidente de EE UU, el vicepresidente saliente Mike Pence, tres años y 11 meses de leales servicios a Donald Trump, puede coronarse como héroe o como villano si, en el momento de abrir los certificados enviados por cada uno de los 50 Estados del país con los votos de sus grandes electores, decide resistirse a las presiones de su jefe para frenar la confirmación y se limita a transmitir, como ordena la Constitución, la decisión de los 306 grandes electores que dieron la victoria al demócrata, frente a los 232 favorables a Trump. O bien, al contrario, se suma al grupo de legisladores republicanos que pretenden sabotear la confirmación de Biden en el último ataque trumpista a la voluntad de las urnas, tras un rosario de reveses judiciales a su intento de dar la vuelta al resultado.