Las últimas penas de muerte del presidente saliente
Este jueves, Día Internacional de los Derechos Humanos, en la prisión federal de Terre Haute (Indiana), el Gobierno de Estados Unidos aplicará una inyección letal a Brandon Bernard, afroamericano de 40 años, por participar en un robo que terminó en doble asesinato, que él no ejecutó, cuando tenía 18 años. Contó con una defensa deficiente. De los 12 miembros del jurado que le condenó, todos menos uno eran blancos. Ahora cinco de ellos dicen que no debería ser ejecutado. Una fiscal que contribuyó a su condena, Angela Moore, escribió hace dos semanas, en un artículo de opinión en The Indianapolis Star, que “ejecutar a Brandon sería una terrible mancha en el honor de la nación”.