Arquitecto europeo, reformista francés
Cuando un presidente desaparece, es toda una época y un país los que yacen en la mesa de autopsias. Valéry Giscard d’Estaing murió el miércoles en su residencia rural de Authon, en el centro de Francia, por la covid-19. Tenía 94 años. Y en Francia políticos y comentaristas se lanzaron a analizar el legado de uno de los expresidentes más impopulares, un hombre al que muy pocos reivindicaban ya, pero que dejó una huella que sigue explicando la Francia y la Europa de 2020.